El verano pasa y ya estamos en agosto, seguimos esperando pero con algo menos de ansiedad e intentando disfrutar los tres de estar juntos, hablamos mucho de cuando la hermanita este con nosotros y de cómo va a ser esto y aquello, intentando imaginarnos los cuatro juntos. Vamos de tiendas y le compramos ropita aprovechando las rebajas. Deseando que todo salga bien y no se complique nada en el proceso, a la hora de irnos a la cama nos acordamos de ella y de cómo estará y hay un ruego en nuestras cabezas que Eduardo ha incorporado a la despedida nocturna verbalizando así “te quiero mucho”, “que duermas con los angelitos” y “que pronto este con nosotros .............”.
El mejor regalo que se le puede hacer a un hijo o a un nieto es invertir en
su futuro
-
Según una publicación de Statista, el año pasado, la mayor parte de los
españoles tenía pensado gastar (como mucho) 100 € en sus compras navideñas.
Los t...
Hace 3 semanas