Hace mucho que no escribo pero tengo un maravilloso motivo.
Ya somos cuatro en casa y parecemos ocho, ahora todo va más lento, pero desde luego he tenido muy presente que desde que tuviera un ratito escribía.
Bueno ahora no se por donde empezar, hicimos el viaje y todo salio de maravilla, sobre todo en lo que respecta a lo importante; nuestra hija. Aunque resulto muy duro separarnos de Eduardo por tanto tiempo; en la recta final del viaje ya no aguantábamos más para verlo, estábamos deseando nuestro encuentro y este fue maravilloso. Cuando el avión aterrizo en el Aeropuerto del Norte me puse un poco nerviosa pensando en que en los próximos minutos dos niños desconocidos hasta ese momento iban a conocerse y ser hermanos para el resto de sus vidas, uff!!! Es algo muy importante en la vida de dos pequeños.
El encuentro fue de película, Eduardo se salto el control y corriendo y llorando paso al otro lado para abrazar a su hermana y por supuesto a nosotros, (pobrecito, hay mi niño lo nervioso que abra estado esperando) Jery muy contenta y sonriente lo brazo reconociéndolo de las fotos que le habíamos llevado y que llevaba en su bolsito.
Ahora estamos en plena adaptación los cuatro, y aunque reconozco que hay algunos momentos mas difíciles que otros, esta resultando mas fácil de lo que me imaginaba. Con ello no quiero decir que todo sea un camino de rosas, pero si que los niños son fantásticos y hacen que muchas situaciones sean mas naturales de lo que en principio uno espera. Entre ellos esta empezando a nacer una complicidad que a lo largo del tiempo espero siga creciendo.
Nuestra preciosa niña se ha ganado el corazón de todos, es muy cariñosa y muy lista (bueno que voy a decir yo, ya que me ha enamorado desde el principio). Y solo llevando apenas unas semanas aquí, habla cada día más español y entiende muchísimo.
Bueno, espero no tardar tanto en mi próxima entrada.
Bueno ahora no se por donde empezar, hicimos el viaje y todo salio de maravilla, sobre todo en lo que respecta a lo importante; nuestra hija. Aunque resulto muy duro separarnos de Eduardo por tanto tiempo; en la recta final del viaje ya no aguantábamos más para verlo, estábamos deseando nuestro encuentro y este fue maravilloso. Cuando el avión aterrizo en el Aeropuerto del Norte me puse un poco nerviosa pensando en que en los próximos minutos dos niños desconocidos hasta ese momento iban a conocerse y ser hermanos para el resto de sus vidas, uff!!! Es algo muy importante en la vida de dos pequeños.
El encuentro fue de película, Eduardo se salto el control y corriendo y llorando paso al otro lado para abrazar a su hermana y por supuesto a nosotros, (pobrecito, hay mi niño lo nervioso que abra estado esperando) Jery muy contenta y sonriente lo brazo reconociéndolo de las fotos que le habíamos llevado y que llevaba en su bolsito.
Ahora estamos en plena adaptación los cuatro, y aunque reconozco que hay algunos momentos mas difíciles que otros, esta resultando mas fácil de lo que me imaginaba. Con ello no quiero decir que todo sea un camino de rosas, pero si que los niños son fantásticos y hacen que muchas situaciones sean mas naturales de lo que en principio uno espera. Entre ellos esta empezando a nacer una complicidad que a lo largo del tiempo espero siga creciendo.
Nuestra preciosa niña se ha ganado el corazón de todos, es muy cariñosa y muy lista (bueno que voy a decir yo, ya que me ha enamorado desde el principio). Y solo llevando apenas unas semanas aquí, habla cada día más español y entiende muchísimo.
Bueno, espero no tardar tanto en mi próxima entrada.
