Ya llevo mucho que no escribo nada y no es por no tener ganas pero es cierto que cuando ya los niños están con nosotros la falta de tiempo que sufrimos todos se multiplica.
El día de los enamorados estaba yo incorporándome al trabajo y echando de menos la tranquilidad de los días pasados. No es que me queje ya que hoy en día hay que estar agradecido por tener un puesto de trabajo al que volver y además a mi me gusta mi trabajo pero si es cierto que no llevo bien el ir siempre con la lengua fuera por querer alargar las horas del día.
El regalito de bienvenida laboral ha sido un catarro que me tiene con una congestión nasal de campeonato debido a mi rinitis alérgica y los niños están con tos y mocos también, pero es lo que toca en esta época.
Jery el otro día comentaba cuando me quejaba por esto mismo:
Mami aquí siempre malita, pero en Etiopia no.
Su padre y yo nos miramos y nos echamos a reír, pues si que estamos bien la niña se sentía como una rosa antes de venir y aquí últimamente siempre está con los clínex acuestas y el agua para los lavados nasales.
Estos meses en los que mi atención ha estado volcada al máximo en la familia han sido intensos e inolvidables, disfrutando al máximo los cuatro de estar juntos. Los niños están para comérselos y a veces esa sería mi intención si pudiera ya que el cambio de uno a dos es significativo. Ellos siempre se lo pasan pipa, tanto cuando están riñendo como cuando al momento se están besando y abrazando.
Veo a Jery muy contenta y feliz, por lo que me parece que la adaptación va bien. Tiene un carácter alegre y extrovertido con el que se gana a todos, también es muy cariñosa y besucona, pero que voy a decir yo que me tiene enamorada.
La semana pasada fue la protagonista de su clase y fuimos un día a que sus compañeros nos conocieran y preguntaran por sus preferencias, nos lo pasamos genial y ella estaba encantada.
Ahora se aproximan los Carnavales y cada mañana me pregunta si falta mucho para ponerse su disfraz de Minnie rojo con lunares blancos. Ya sabe de Navidades, Reyes Magos, Cumpleaños, Bautizo... porque en nuestra cultura parecemos estar en una fiesta constante y me pregunto que pensara de ello.
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